viernes, mayo 13, 2005

La Muerte

Este post se lo dedico a Ella, que nos conoce a todos.

Empecemos con una verdad entre paréntesis (ver Matrix): sum.

Estoy viva.

No sé qué significa estar vivo exactamente (nacer, crecer, reproducirse, morir, nada más?) pero podemos decir que es lo contrario a estar muertos.

Sin la muerte no se entiende la vida y viceversa.

Bueno, pues: voy caminando hacia la Uni, un paso tras otro, intentando aplicar las reglas del zen que me llevaran a la iluminación (o como mínimo a no querer suicidarme una vez al día): no pensar nada en absoluto ("deshacerse de la mente conceptual"), sintiendo mi cuerpo, viviendo el presente. Mi mente, como es normal, nunca se está quieta. Siempre hay algún ruido de fondo, un torrente de pensamientos difusos que me cruzan el cerebro y desaparecen... Intento concentrarme en mi Vida: darme cuenta de mi mortalidad, de que algún día me voy a morir.

No lo logro.

De hecho, son contadas las ocasiones en las que lo he logrado, y normalmente sin querer. Es un estado difícil de describir. Sólo puedo decir que hay momentos en que me doy cuenta de que algún día se me acabará la historia, de verdad, que mi muerte es tan certera como que ahora estoy respirando. Me invade una sensación fría, como de pánico. Segundos más tarde, me encuentro ahí sentada o recostada, de nuevo insensible a la realidad, ignorante, ciega. (En paz).

Yo pienso: "si nos sintiéramos así todo el tiempo, nadie podría vivir." Es un peso demasiado agobiante como para tenerlo presente todo el día, ¿no?

Y sin embargo, podría ser tan útil... Como una especie de experiencia límite, de roce con la muerte, que te deja temblando y apreciando la vida como nunca antes lo habías hecho.

Por otro lado, ¿porqué todo este temor? No repetiré lo que Sócrates ya dijo, que no hay porqué temer a la muerte si ni siquiera sabemos si es un mal o un bien. (Ups, ya lo he hecho!) Bueno, sólo quisiera agregar una cosa que se me ocurrió: ¡sí que sabemos lo que es la muerte! ¿Qué eramos antes de nacer, sino... muerte? No-existencia. Vivimos sólo un siglo, a veces más. ¡¡Pero el tiempo que pasamos "muertos" (en el sentido de "no existir") es infinitamente mayor!!

Aunque claro, antes de nacer no éramos "nosotros" (con una cara, unos padres, un lugar de nacimiento, una época). Al morir dejaremos de existir como "nosotros". Es una pérdida, sí...

Pero no necesariamente mala. Una vez muertos, ya no existimos, y por lo tanto:

-Ya no sentimos dolor físico: ¿te estaban torturando, violando, asesinando? Se acabó el dolor. Adiós, artritis, adiós parkinson, adiós a esas rodillas que tanto molestan.
-Ya no sentimos dolor espiritual: que si mi vida no tiene sentido, que si he perdido a los que más amaba, que si mi existencia me produce un dolor insoportable... bai bai!
-Ya no tenemos que pagar facturas de la luz de 300 euros. (No digo más).

Sin embargo, también nos llevamos con nosotros miles de recuerdos. Nos llevamos a la tumba literatura, pensamientos, sentimientos, hechos históricos, incluso a nuestros seres queridos.

La muerte es un vacío. Un Delete, un Game Over. Y llegará, aunque no lo queremos, aunque no la esperemos... aunque no nos lo creamos.

*insertar suspiro*

Y yo aquí, todavía no siento la vida (todo esto son palabras al fin y al cabo) y me faltan eones para la iluminación. "¿Por qué? No sé, ¿por qué? no sé, ¿por qué? no sé"... una y otra vez...